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La suerte está echada. Jóvenes, hábitos digitales y publicidad del juego

By 21 diciembre, 2021 diciembre 22nd, 2021 No Comments
Pilar Nicolás Blog Suerte Juventud, hábitos tic, juegos de azar y publicidad


“¡NO SÉ CUÁNTOS MILLONES DEEEEE EEEEEEUUUURROOOOOOSSS…!”, cantan a grito “pelao” los niños y las niñas de San Ildefonso cada 22 de diciembre desde 1771. Chavales de entre 9 y 14 años que, a modo de villancico, llevan entrenando su voz desde finales de octubre para que todo salga a pedir de boca cuando del bombo dorado salga la bola mágica con ese número tan deseado… Ensayan con tiempo, al igual que hacemos los demás en nuestros hogares practicando el exigente ejercicio gastronómico del masticado de turrón, «del blando», como si fuese una toma falsa para afrontar el retador turrón «del duro» en las esperadas comilonas familiares. Así se da el pistoletazo de salida a cada Navidad: El Gordo de La Lotería y Apuestas del Estado, “el sorteo que nos une” y la ilusión que desprende su memorable anuncio inundado de espíritu navideño, que este año finaliza con la bella frase «compartimos la suerte con quien compartimos la vida» . Unos valores de solidaridad y generosidad que puedes comprar de manera fácil; bastan un par de clics y una tarjeta de crédito con el que conseguir el esperado décimo ganador y ¡listo!

La suerte está echada, la casualidad… el papel del azar como alegoría en la existencia humana, el “Match point” que no controlamos en realidad y que parece borrar a los sujetos y la responsabilidad personal de las acciones. La suerte es, además, esa fuerza que arrastra a personas adultas y jóvenes hacia un espacio presencial y virtual durante su tiempo libre (o no), donde se dejan llevar con la esperanza de ganar más dinero del que invierten, embriagadas por la adrenalina imprevisible de sus juegos y deportes favoritos.
Unos hábitos y una tradición que no son casualidad, dado que ya en la antigua Roma, durante las veneradas fiestas de saturnalia (celebradas entre el 17 y el 22 de diciembre en honor a Saturno y al final de la cosecha otoñal), se permitían las apuestas y los juegos de azar en las calles, cuya publicidad y práctica eran ilegales en otro momento del año. Incluso los niños jugaban desde pequeños a tabas, o lo que hoy entenderíamos como «cara o cruz». De hecho, al emperador Augusto le encantaba hacer sorteos y repartía boletos de lotería que podían estar premiados con grandes sumas de dinero u otros regalos, siendo el emperador Nerón el que expandió la costumbre de repartir lotería entre la población, según explica Néstor F. Marqués en “Un año en la Antigua Roma” [1]. Toda una Navidad arcaica donde no faltaban los mercadillos, los obsequios familiares y, por supuesto, el encomendarse a la suerte a través de la Diosa Fortuna.

COMO UN JUEGO DE NIÑOS

Ahora, esos lugares destinados a la suerte, o casas de juegos azarosos y bingos, han proliferado, por poner un ejemplo, en más de un 300% en cuestión de un lustro en la Comunidad de Madrid. La Consejería de Economía, Empleo y Hacienda de la región databa 365 locales durante 2014, mientras que, a fecha del 31 de diciembre de 2019, se reprodujeron a 685 salas de juego. Muchas de ellas están en municipios y barrios humildes, donde la gente apuesta atraída (o no) por vistosos slogans de los locales y anuncios emanados de los medios de comunicación. Algo que comienza “como un juego”, pero que, en bastantes casos, se convierte en adicción patológica que pone en riesgo la salud de la gente y las relaciones personales, siendo la tercera causa de suicidio en nuestro país.
Así lo está advirtiendo La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) que alerta de las elevadas cifras de ludópatas emitidas por los informes de Adicciones Comportamentales de EDADES Y ESTUDES 2020-21 [2] : 670.000 personas de entre 15 a 64 años enganchadas a esta adicción en España.

¿Qué nos jugamos?” [3] Un fenómeno en auge entre la población menor de edad y la juventud, que inician la andadura ludópata como “un gasto de ocio más”, “un entretenimiento para divertirse en grupo”. Porque la edad juvenil “abre un tiempo indefinido en el que el afán por el juego o su simple practica parece conservar algo de la fantasía infantil y del aprendizaje”, se explica en el último informe del Instituto de la Juventud de España al respecto [4].
En concreto, el 40 % de los nuevos jugadores y jugadoras eran jóvenes entre 18 y 25 años durante 2021, según la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) [5]. Es más, a pesar de que la regulación prohíbe a los y las menores de edad el juego (en el que se integra la Lotería de Navidad), destaca el alto porcentaje de juego online de los estudiantes españoles de ESO, con edades comprendidas entre 11 y 17 años, según el informe de Impacto de la tecnología en la adolescencia recién publicado por UNICEF [6]. Así como se pone de manifiesto que las apuestas deportivas son el juego online más común entre esta franja de edad de mayor incidencia en hombres que en mujeres [2].

Pero… ¿la apuesta virtual ha seguido la misma “suerte”?

Pilar Nicolás Post - jóvenes apostando , juegos de azar

TERRITORIO DIGITAL, HÁBITOS TIC Y JUEGOS DE AZAR ONLINE

Vuela, corre, juega”, sueños que están al alcance de todos gracias a la fantasía de los mensajes publicitarios sobre el ocio del azar, porque puedes hacer todo eso sin moverte de la silla, o desde casa. Y es que en la actualidad lo “ordinario es digital”, lanza la investigadora Amparo Lasén, que ha participado en la elaboración del informe en perspectiva del Índice Sintético Juvenil Comparado 2021 [7] que analizar el retroceso del desarrollo juvenil en la era post-COVID en 27 países de la UE y, a nivel español, en las 17 Comunidades Autónomas.

En nuestro país destaca la dimensión digital por tener un índice de Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC) alto con respecto a la media europea. Acentuado por el coronavirus y su pandemia, el escenario de internet, pues, experimenta mayor presencia y hábito, en especial, por parte de los y las jóvenes de entre 16 y 29 años. Una red que configura las vidas juveniles en “un proceso cambiante cuyo devenir no está escrito”, apunta A. Lasén, en el que en este instante unas cuantas empresas globales centralizan su poderío creciente que escapa de las propias personas y las administraciones.

Espacios y dispositivos opacos están a la orden del día en la red, materializados en los procesos algorítmicos de producción y recolección de datos a los que la autora denomina “vigilancia algorítmica”. Estructuras en la que se gestan desigualdades sociales que dan lugar a una inmensa brecha digital entre jóvenes de la misma edad dentro del contexto europeo. Una falla tecnológica que hoy en día se focaliza en las competencias, los usos y prácticas en internet.

Asimismo, el momento pandémico parecen haber reconducido las apuestas al territorio virtual, “modalidad sin dinero real que supone un grave problema ya que asienta el hábito de juego” [3] en la que no se pueden ningunear las prácticas aparentemente invisibles de colectivos particulares como la mujer y los menores de edad [8].

PUBLICIDAD DEL JUEGO y PLATAFORMAS ONLINE

Sin dejar “el resto de la partida al azar”, el chorro imparable de anuncios de las empresas de juegos en los que este año se ha invertido 147.000 euros (81.000 euros menos que en 2020) han estado impactando y atrapando a la población joven y adulta, que aboga por la recompensa del dinero real o ficticio sin esfuerzo. Así lo ilustran los gráficos y datos de la DGOJ, que muestra cómo los y las españolas perdieron 6.771 millones de euros entre todos los juegos de apuestas.

Tanto es así que el Ministerio de Consumo ha desarrollo los artículos 7 y 8 de la Ley 13/2011. A raíz del Real Decreto que regula la publicidad de las casas de apuestas y operadores de juego online, desde hace tan sólo unos meses se prohíbe la publicidad de los juegos de azar. Porque “ningún tratamiento o terapia supera en eficacia a la prevención” de la adicción a los juegos de azar, remarcaba ya el INJUVE en 2018 [4].
Entre las últimas medidas en vigor los medios convencionales e internet tiene que suprimir los anuncios del juego, dejándolos para la franja horaria entre la 1 y las 5 de la madrugada, prohibiendo los patrocinios de estadios deportivos y la utilización de la imagen de personas famosas o de notoriedad pública. Además, tienen la obligación de hacer énfasis en evitárselos a la juventud, con mecanismos de bloqueo y control parental. Por otra parte, los métodos de persuasión de estos anuncios del juego deberán ser moderados (medida que obliga también a la ONCE y Lotería Nacional), regulando la cantidad de bonos gratuitos y de “bienvenida” que sirven de anzuelo para los jugadores noveles, y limitando a los gurús de las apuestas o tipsters en unas redes sociales e internet, también acotadas por la revisión de la ley.

¿Habrá tenido que ver esta decisión con los esperanzadores resultados de la DGOJ en su edición 2021 que expresan el descenso de la afición al juego online y presencial?

Sin perder de vista el tablero de este juego individual y “la vigilancia algorítmica”, la publicidad está buscando reinventarse dando paso a nuevas estrategias para captar la atención de los posibles jugadores y jugadoras. Así que, el juego no ha terminado…

BIBLIOGRAFÍA

  • [2] Tristán, C. … [et al.] (2021). Informe sobre Adicciones Comportamentales 2020; Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) y la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES). Madrid: Centro de Publicaciones del Ministerio de Sanidad, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
  • Dirección general de ordenación del juego (2021). Memoria de actividad 2020. Centro de Publicaciones de la Secretaría General de Consumo y Juego del Ministerio de Consumo

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