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La precariedad laboral juvenil con la COVID-19 : Entrevista a Joffre López Oller

By 30 octubre, 2020 No Comments
Jóvenes en un mercado laboral precario - situación covid-19

Se acaba de publicar el segundo informe de Juventud en riesgo: análisis de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 sobre la población joven en España del Instituto de la Juventud (INJUVE) y el Consejo de la Juventud de España (CJE). A fin de indagar en los cambios acerca de la pandemia mundial por coronavirus, hablamos en Análisis y debate con Joffre López Oller, el investigador principal del reciente documento:

LA EVOLUCIÓN DEL MERCADO LABORAL JUVENIL

   Bueno, el más alarmante es el tema del paro técnico de regulación de empleo. Porque antes era una cifra residual, y ahora prácticamente se ha convertido en un fenómeno muy extendido. Y, de hecho, quien más o quien menos conoce a alguien que está afectado por un ERTE.

Los datos del paro y las tasas de inactividad en la Encuesta de la Población Activa podrían haberse engrosado muchísimo más para la juventud si añadimos toda esta población ocupada que no se cuenta como parada, pero que realmente no ha trabajado.

Es interesante también, en relación con el paro, la tasa cobertura de las prestaciones por desempleo, que es superior al cien por cien. Es un dato muy raro, y es que no puede ser que estén cobrando la prestación por desempleo más de los que están parados, ¿no? En cambio, es así justo por las medidas excepcionales de los ERTES, ya que están cobrando la prestación por desempleo personas apuntadas como demandantes y no como paradas, porque son ocupadas.

Lo que, es más, la tasa es superior entre los y las jóvenes. Esto se explica por la relajación de los requisitos que impedían a la gente cobrar la prestación contributiva del ERTE, como, por ejemplo, tener un mínimo tiempo cotizado. La juventud sin trabajo consigue empleos por periodos muy cortos, así que no les generan ningún tipo de derecho. La crisis ha disparado este fenómeno antiguo de la temporalidad, y, por tanto, las diferencias laborales entre jóvenes y no jóvenes.

  •  En el informe actual explicáis que la «nueva normalidad», ha coincidido con la temporada veraniega, que para la población joven solía significar un aumento estacional de la actividad laboral en el sector servicios. Sin embargo, este año “la ocupación juvenil en empleos estacionales de verano cae un 14,1% interanual en julio”. ¿Los puestos a los que acceden hombres y mujeres jóvenes suelen ser estacionales/temporales?

Hay muchos tipos de jóvenes, los que tienen trabajos estables con posibilidad de promoción, y otra parte importante que accede a trabajos puntuales, y ahí está recogida en la estacionalidad.

El asunto está en que, en general y proporcionalmente, la estacionalidad en el empleo joven es mucho mayor que en el resto de la población.

  • ¿Crees que la precariedad laboral juvenil ha crecido en la actualidad?

Es curioso que, antes del estallido de la COVID, se había producido un incremento de ocupación a nivel general, a la par que proliferaban empleos precarios. Se puede decir, por tanto, que ahora, para el segmento de la población joven desprotegida (aquella que no tiene trabajo estable) existe mucha más fragilidad en la ocupación.

  • Según los datos de agosto de 2020 sobre variación mensual del paro registrado del Ministerio de Trabajo y Economía Social, reflejáis en el informe publicado que «la incipiente recuperación económica corre el riesgo de dejar atrás, de nuevo, a los jóvenes», ya que para la población joven se registra un descenso de ocupación del -14 %, ¿cuáles son las principales causas del descenso de ocupación para los y las jóvenes españolas?

La hipótesis de partida es que el impacto del coronavirus, prácticamente en todo el mundo, va a ser muy desigual en función de la situación de partida que te tenías antes de empezar. La ocupación ha crecido menos que en el resto de población para la gente joven, porque se han incorporado a sectores que ya no existen o que existen en menor medida. Es el efecto estacional.

Pero claro, si ya consideramos que la población joven en su conjunto, que nuestras acciones laborales más precarias que las del resto de población, lo que pasará a partir de aquí, seguramente a ellos les va a perjudicar mucho más que en el resto de la población.

   Pasa lo mismo con temas de vivienda. A una persona joven, la evolución de mercado vivienda le afecta directamente a sus posibilidades de marcharse porque dependen de un trabajo que no tienen o que es muy provisional. Esto se acrecienta y empeora con una crisis económica.

EFECTOS EN EL MERCADO LABORAL JUVENIL A CAUSA DE LA COVID-19

  • ¿Cuáles son las principales consecuencias de la crisis económica derivada del coronavirus sobre las expectativas y la incorporación laboral de la población joven?

   Lo más probable es que la gente joven, si realmente hay una cierta recuperación, va a ser de las últimas que va a poder subirse al carro. La razón principal es que tendrán que esperar la estabilidad de la situación económica y la de sus familias, y la recuperación será lenta.

Escuchando los medios de comunicación observamos que los grandes sectores institucionales tardarán en reponerse, luego si se piensa en personas individuales, y que además tienen un poder de intervención en el mercado o a nivel macroeconómico muy pequeño, se ve que los cambios para la gente joven serán más tardíos que para el resto de la población.

  • ¿Cuáles son los principales riesgos asociados al desempleo juvenil?

El problema más inmediato es que su periodo de emancipación se va a retrasar y esto es un hándicap grave, ya que no sólo afecta a la persona joven en cuestión, sino también a las relaciones familiares de mayor dependencia, y a la menor contribución que puede hacer a la sociedad como personas activas plenamente incorporadas al mercado de trabajo.

HUELLA SOCIAL PARA LA JUVENTUD ANTE EL PANORAMA LABORAL ESPAÑOL

  •  ¿Qué impactos a nivel social suponen la situación del mercado laboral juvenil actual en España?

Opino, que va a tener efectos desiguales entre la gente joven, básicamente por los recursos que tengan  en casa para poder desarrollarse.

Las chicas y los chicos jóvenes están en un momento de cambio vital. Y este cambio vital, como la preparación al mercado de trabajo, nunca se produce. A esto se le agrega que son procesos muy inestables en los que puedes perder tu empleo en cualquier momento.

Si te imaginas que sus perspectivas laborales se han visto truncadas durante muchos meses, y disminuyen sus ingresos, tendrán que renunciar a ciertos planes y/o aplazarlos, como por ejemplo a nivel educativo. Vinculado con el tema de la formación, teóricamente, la gente joven que no trabaja estudia. Pero en este segundo trimestre de 2020 la gente ha dejado de estudiar.

Por otra parte, hablando en términos agregados, la emancipación es un proyecto vital propio de las personas, al menos en las sociedades occidentales... Ahora, yo creo que se va a retrasar todavía más.

  • Esto me lleva a preguntar por los efectos inmediatos de la pandemia en la vida de jóvenes de entre 18 a 29 años, en lo que respecta a otros aspectos como la educación. ¿Por qué crees que la juventud se está «refugiando en los estudios» y pasan a integrarse a la población inactiva?

Estamos en un sistema muy credencialista, o sea, aunque sea por un trabajo, digamos, poco cualificado, las empresas suelen escoger personas que estén cualificadas. Si miramos la evolución de los indicadores clásicos de mercado: de trabajo, actividad, paro, ocupación, etc., vemos que la población con estudios superiores tiene menor tasa de paro. Los títulos académicos te ofrecen más garantías, incluso más recursos a nivel social, para acceder a otros tipos de información y de trabajo. Por ejemplo, a la Administración Pública, que en la actualidad es un sector protegido al que todo mundo quiere acceder.

  • ¿Y eso depende también del nivel económico de las familias?

El sociólogo Gil Calvo decía que las clases medias estaban invirtiendo mucho en la formación de sus hijos e hijas para asegurar que, a la larga, la idea de mantener el mismo estatus social se mantuviera. Y las clases medias están invirtiendo mucho en la formación de sus hijos a fin de evitar que tengan peor situación que ellos cuando sean adultos.

  • ¿Crees que la caída del empleo y la precariedad ha afectado más a mujeres jóvenes españolas?

Con la crisis de 2008 las tasas de paro se fueron igualando. Pero es cierto que, en la crisis actual por coronavirus, y si miramos sobre todo la principal diferencia de las jornadas a tiempo parcial, las mujeres jóvenes tienen una tasa percibida superior y a veces doblan la de los hombres. Pero incluso pasa lo mismo con temas de sobre-cualificación o de temporalidad. Es decir, es un colectivo más vulnerable.

Sin embargo, si en lugar del sexo escogemos otros fenómenos sociales, como el lugar de procedencia extranjera, sus condiciones laborales, en términos salariales o realidad de cualificación, son inferiores a las personas nacidas en España.  Por tanto, el sexo, el origen o la clase social, son características transversales que desvirtúan o cambian la interpretación del propio fenómeno.

  • ¿Y a jóvenes de colectivos vulnerables?

Sí, es probable. Vas a tener más o menos obstáculos en función de tu punto de partida. Tu familia incide mucho en lo que va a suceder a lo largo de tu vida. El estatus social no sólo depende de la economía, sino de las conexiones que tienes con otros. Las clases sociales más bajas tienen una conexión más limitada. Es verdad que estas personas, cuando pasen a la adultez, podrán tener un área de movilidad social ascendente, pero será más complicado a nivel agregado. Y, no sólo ocurre en el terreno laboral, sino en cualquier aspecto.

MIRANDO AL FUTURO DE LA JUVENTUD: SOLUCIONES ANTE LA CRISIS LABORAL

  • Tras 98 días de confinamiento, la juventud se incorporó a un mercado laboral en el que algunas empresas volvieron a reemprender, pero muchas continuaron cerradas. ¿Cuál será la tendencia de modalidad laboral para las personas jóvenes próximamente? ¿Crees que se volcará hacia el teletrabajo?

Es cierto que el teletrabajo está muy vinculado al tipo de empleo. Yo creo que el teletrabajo se extenderá, pero en sectores cualificados que no requieran desempeño físico y/o material. Gran parte de los trabajos de la gente joven no lo posibilita, porque son empleos que exigen presencialidad, no formación.

Por añadidura, tiene que haber confianza mutua entre el empleado y la empresa para considerar el teletrabajo. Y esta confianza, no es un tema emocional, sino de que la persona sea la más indicada para el puesto de trabajo en cuestión. Por ello, si se tiene en cuenta que mucha gente joven está en trabajos que eran prescindibles… Ya lo decíamos en el informe: los y las jóvenes han podido trabajar en menor medida durante confinamiento que el resto de la población activa.

  • ¿Cómo podemos atajar esta situación de crisis laboral juvenil? ¿Qué medidas crees que se han de tomar para evitar lo más posible el impacto de la crisis laboral juvenil? ¿Hacia dónde tienen que dirigir gobiernos e instituciones las políticas públicas asociadas al mercado laboral juvenil?

     En la Cumbre Social Estatal del 22 de octubre de este mes, una plataforma que agrupa entidades de todo tipo (como asociaciones juveniles o sindicatos), se reflejaba como un factor esencial evitar los recortes como experiencia de la crisis socioeconómica de 2008.

    Otro factor básico, es la realización de un pacto social o de consenso colectivo que se mantenga a medio o largo plazo, estable en las medidas y con una manera de actuar coherente. Si hay unas directrices definidas colectivamente que armonicen trabajo, vivienda, emancipación, familia, estudios y bienestar económico, teóricamente tendría que revertir la situación en la que estábamos, pero no es una situación que vaya a resolverse rápido. La crisis de la COVID-19, a diferencia de la de 2008, ha sido un batacazo de la noche por la mañana.

La pandemia por coronavirus ha provocado la magnificación de las dificultades. O sea, la precariedad de la gente joven en el mercado de trabajo no es un fenómeno nuevo, se arrastraba desde hace tiempo. A corto plazo, si es que se pueden crear medidas para frenar el choque. Pero la solución al problema ha de ser estructural y compleja porque afectará a muchos ámbitos.  Creo que los temas de la juventud reflejan problemas estructurales de la sociedad española, no solo de la gente joven. Lo que pasa es que la juventud es más vulnerable, es la primera que manifiestan los efectos.

En definitiva, hay que redefinir un poco las balanzas de poder y las prioridades en nuestro sistema colectivo. Cuando hablamos de temas sociales las soluciones han de ser colectivas porque se retroalimentan entre sí.

  • Si tuvieses que realizar una fotografía de la situación actual de la juventud ante el mercado laboral, ¿cuál sería?

Bueno, el primer elemento sería que es un mercado laboral todavía más dual entre la gente joven y la gente no joven. La franja juvenil está más desprotegida.

     El segundo elemento es que, comparativamente, la gente joven va a llegar mucho más tarde a la recuperación a efectos mayoritarios. O sea, que muchas de las tendencias que encontrábamos hasta ahora seguramente no se van a cambiar: los y las jóvenes van a seguir teniendo contratos temporales y a tiempo parcial de manera involuntaria, o tampoco va a cesar la brecha de género en el salario para las mujeres jóvenes.

     Además, me preocupa la pobreza juvenil. En 2008 la juventud tenía una tasa pobreza menor que el resto de la población. Por el contrario, en 2019, según el monográfico “Transmisión intergeneracional de la pobreza” de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística que analizaba las tasas de pobreza de las personas adultas de 20 a 59 años en función de cuál era su situación cuando eran adolescentes, la tasa de pobreza (no sólo monetaria sino de carencias materiales) es superior en jóvenes al resto de la población. Y, entre los y las jóvenes emancipados todavía ha crecido mucho más.

Hay que tener en cuenta que podría haber mayor pobreza si mucha gente joven no viviese todavía en casa de sus padres y madres, que es un factor de protección muy importante. Luego, la pregunta es: ¿este elemento protector de las familias va a ser para siempre? ¿Hasta qué punto todas las familias van a poder seguir protegiendo a sus hijos?

A esto hay que agregarle que, hoy, las situaciones de pobreza no son solo es un tema que afecta al momento coyuntural de 2020. Es muy probable que se alargue en el tiempo. Y surge una crisis económica de por medio aún se agravará más, y tendrá efectos a lo largo de la vida. En conclusión, si se mantiene una gran bolsa de gente joven pobre, ¿qué pasará cuando estas personas jóvenes sean adultas? ¿Un país se puede permitir mantener unas tasas de pobreza entre la gente joven?

BIBLIOGRAFÍA

  1. López Oller, Joffre. Juventud en riesgo: análisis de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 sobre la población joven en España. Informe de Urgencia 1. Junio 2020. Instituto de la Juventud (INJUVE) y el Consejo de la Juventud de España (CJE). 28 pp.
  2. López Oller, Joffre. Juventud en riesgo: análisis de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 sobre la población joven en España. Informe de Urgencia 2. Octubre 2020. Instituto de la Juventud (INJUVE) y el Consejo de la Juventud de España (CJE). 14 pp.
  3. Encuesta de la Población Activa (EPA). 2º y 3º Trimestre de 2020. Instituto Nacional de Estadística.
  4. Datos sobre variación mensual del paro registrado. Datos actualizados 2020. Ministerio de Trabajo y Economía Social.
  5. Monográfico sobre «Transmisión intergeneracional de la pobreza». 2019. Encuesta de Condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística.

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